NTN24.- El director para América de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco,
considera que el Gobierno de Venezuela tiene una actitud "criminal" al
negar la existencia de una crisis humanitaria en el país e "impedir" la cooperación internacional.
"Negar que existe una crisis humanitaria, que no hay alimentos ni
medicinas básicos, e impedir así la cooperación internacional para
paliarla me parece que representa una actitud del Gobierno de Venezuela
que yo francamente calificaría de criminal", afirmó Vivanco.
HRW, una de las voces internacionales más críticas con el Gobierno de Nicolás Maduro,
presentará en los próximos días un informe sobre su última misión en
Venezuela, en la que los investigadores visitaron ocho estados del país.
"Hay -prosigue- una tremenda carencia de alimentos básicos y medicinas y el Gobierno se resiste a aceptar esa crisis,
que es muy profunda, lo hemos podido comprobar sobre el terreno, y
frente a esta negativa del Gobierno es imposible cooperar, ayudar a
Venezuela por parte de órganos especializados en temas de medicinas y
alimentación".
"Organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
tienen mecanismos de ayuda, también podría llegar ayuda de Europa, de
agencias internacionales o privadas de Estados Unidos y de América
Latina, pero es imposible que puedan hacer llegar esa ayuda si el
Gobierno venezolano, con una actitud ciega y recalcitrante, lo impide y
lo niega", agrega.
Esa actitud de "negación", que Vivanco atribuye al "fanatismo ideológico" del Gobierno de Maduro, se extiende, a su juicio, más allá de la crisis humanitaria.
"Niegan los abusos, la tortura, la persecución, la censura que existe
en Venezuela, la enorme concentración de poder, la falta de respeto por
el Estado de derecho, de la división de poderes", señala el abogado.
Con todos estos elementos, Vivanco considera que "no hay un caso más grave que el de Venezuela" en todo el continente.
"Es un país gobernado por un régimen que actúa de manera no
democrática y autoritaria, gran parte del gabinete son militares en
ejercicio o retiro. El discurso y las políticas son en general
antidemocráticas", indica.
"Persiguen -continúa- a los líderes de la oposición y utilizan para
eso el sistema judicial, fabrican cargos, cuentan con jueces dóciles, la
Corte Suprema desde hace años es un apéndice del Ejecutivo que valida
las decisiones políticas y así han logrado neutralizar la Asamblea
legislativa".
"Persiguen constantemente a los medios de comunicación independientes,
que cada vez hay menos, hay presos políticos, qué duda cabe, pero
también decenas de otras personas, estudiantes por ejemplo, en detención
arbitraria", añade.
Pese a la "gravedad de la crisis" venezolana, Vivanco reconoce que
"es un tema que ha costado colocar sobre la mesa" a nivel internacional
debido "a la resistencia y bloqueo de Maduro para impedirlo".
"Venezuela ha contado con simpatías ideológicas de muchos Estados
latinoamericanos pero esto ha ido cambiando, como en el caso de los
nuevos Gobiernos de Argentina y Brasil, y también porque el matonaje
basado en el enorme poderío económico de Venezuela hoy es prácticamente invisible por la crisis financiera que atraviesa y la caída de los precios del petróleo", explica.
En su opinión, el Gobierno venezolano está hoy "evidentemente más
aislado y en desprestigio" y el presidente Maduro se está "quedando cada
vez más solo".
Vivanco es uno de los grandes defensores de la actuación del
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis
Almagro, en la crisis venezolana y considera que lo que el Gobierno de
Maduro necesita "es una presión clara por parte de la comunidad
internacional dentro de la Carta Democrática" de esta entidad.
"Ahora todas las posibilidades de un menú bastante amplio (el proceso de la Carta incluye desde una misión de mediación hasta la suspensión del país del ente) están a disposición de los Estados miembros", recuerda.
"Si el régimen y el tribunal electoral (el Consejo Nacional
Electoral), integrado abrumadoramente por incondicionales del régimen,
continúan las tácticas dilatorias para impedir que se lleve a cabo el
referendo revocatorio este año, si no hay fecha para que los venezolanos
ejerzan este derecho, serán razones suficientes para retomar las
discusiones en la OEA dentro de la Carta Democrática", concluye.