4 ene 2022

Piden a la ONU interceder por un «preso político» venezolano en huelga de hambre

 


Redacción (ALN).- La Fundación para el debido Proceso (Fundepro), que defiende los derechos de los llamados presos políticos de Venezuela, pidió este lunes a la ONU interceder por el militar Igbert Marín Chaparro, detenido en los calabozos de la contrainteligencia desde 2018 y quien inició una huelga de hambre hace dos semanas para denunciar las irregularidades de su caso.

«Hoy cumple 14 días en huelga de hambre el teniente coronel del Ejército Igbert Marín Chaparro, en el sótano tres de la Dirección General de Contraiteligencia Militar (Dgcim), reclamando la presencia de una comisión de la ONU», dijo en Twitter la directora de Fundepro, Jackeline Sandoval.

Marín Chaparro informó de su protesta a través de una carta difundida por la ONG Justicia Venezolana, en la que denunció que sufre «tratos crueles inhumanos y degradantes» en la Dgcim.

Marín Chaparro o El olvido de los presos políticos. Por Miguel Henrique Otero

 Sobre los presos políticos venezolanos, sean civiles o militares, pesan todas las desventajas imaginables: los recluyen en espacios degradados, infectos y deshumanizadores; a una parte de ellos, los torturan psicológica y físicamente; la hostilidad, acoso y trato injuriante a que los someten no se limita al detenido, sino que se extiende a sus familiares y abogados; se los desaparece, a menudo, sin que por semanas o meses se tenga noticia alguna de dónde se encuentran, en qué condiciones, ni tampoco las razones por las que se les impide el más elemental de los derechos, que es mantener algún contacto con sus familiares.

Son seres negados, borrados por las dictaduras de Chávez y Maduro: los aíslan, les niegan el derecho a recibir asistencia en materia de salud y, por supuesto, carecen de toda garantía en materia de justicia. Las audiencias se posponen una y otra vez, los jueces -todos miembros del régimen- se niegan a escuchar los alegatos de los abogados; les ocultan los expedientes (ha ocurrido que presos políticos no saben, con precisión, de qué delitos los acusan); se emiten fallos en su contra -cuando se emiten- sobre hechos inexistentes y no comprobados. Un preso político en la Venezuela de Chávez y Maduro es un sujeto despojado de la totalidad de sus derechos. Un ser colocado en un espacio del poder donde no hay ley sino la ferocidad y la militancia de los carceleros, los torturadores y los jueces.