7 may 2019

ROBERT ALVARADO: Liberen a los hermanos Guevara parte (II)


Los Guevara, llevan 14 años tras las rejas, y
no ha sido “suficiente” para sus victimarios…



Yo me lavo las mano…”

Poncio Pilato.
 En la primera entrega hice referencia a violaciones de derechos humanos que sufren los Guevara: Rolando, Otoniel y Juan, presos por un crimen que no cometieron y purgando una condena de casi 30 años (I), de los cuales llevan 14 tras las rejas, con derecho a beneficios procesales tales como medidas alternativas al cumplimiento de la pena, sin embargo se las niegan por su vinculación dolosa al asesinato de Danilo Anderson.
L
as investigaciones absolvieron a los Guevara, más no los juzgadores asignados al caso, haciéndolos culpables, estigmatizándolos con la intención de lincharlos moralmente, y por esa vía, incitar el desprecio de la opinión pública, todo eso para profundizar el estado de indefensión en que se encuentran desde que fueron condenados. Me pongo a retroceder varias décadas atrás, y voy encontrando rasgos de quienes el gobierno etiquetó como viles asesinos, para ese entonces aún no habían posicionado el terrorismo como delito por excelencia para linchar judicialmente a inocentes como ellos.
El comisario Rolando Guevara es un profesional a carta cabal, además de una persona con sentido de la responsabilidad con su familia, en su trabajo y respecto a su formación académica. En un país donde la violencia aumentaba, a finales de los años 70, Rolando cursó estudios en la Escuela Nacional de Detectives, además obtuvo el título de Técnico en Ciencias Policiales del Instituto Universitario de Policía Científica (IUPOLC); en la película “Cangrejo”, de Román Chalbaud, en honor a su institución policial y basada en el libro “Cuatro crímenes cuatro poderes” de Fermín Mármol León, encabeza la interpretación del himno de la extinta PTJ, mientras el autor Julio Alcazar narra lo que es un verdadero funcionario policial en relación a los casos de investigación policial llamados cangrejos (II).
En la PTJ, Rolando Guevara se hizo acreedor de varios reconocimientos, un (01) Cangrejo de oro y dos (2) Cangrejos de Plata, galardones obtenidos gracias a su sólida formación académica, que incluye la Licenciatura en Ciencia Policiales y Criminalísticas cursada en el IUPOLC y estudios de especialización en el U.S. Department of State Diplomatic Security: Role of Police in Managing a Crisis, Louisiana USA; Delitos Graves y Secuestros cursado en el Ministerio de Justicia de loa Estados Unidos de América, específicamente en el Servicio federal de Investigación (FBI).
Cumplió funciones en varias dependencias del Cuerpo Técnico de Policía Judicial, Investigador en la Comisaría de Casalta, Funcionario de Planta en la Escuela Nacional de Detectives, Experto Balístico en el Departamento de Balística, Investigador en la División de Homicidios, Jefe de Investigaciones de la Comisaría El Llanito y de la Delegación Barinas, donde tuve el honor de conocerlo en el cumplimiento de sus funciones policiales por medio del comisario Cándido Herrera, allá en la avenida Codazzi, donde también tuve la oportunidad de conocer a su esposa, la Dra. Jackeline Sandoval (III).
De Barinas fue trasladado a la ciudad del sol amado como Jefe de la Delegación del Estado Zulia, ahí le perdí la pista a Rolando, supe de él aquel 25 de Junio del 2001 cuando pone el cargo a la orden con el fin de no entorpecer las investigaciones relacionadas con el caso “Montesinos”, un caso polémico, Pedro Carreño con una hipótesis de que lo habían matado y después el Difunto eterno dijo que lo habían atrapado en un barrio de Caracas.
El hermano de Rolando, Otoniel, igualmente es un brillante policía, pero en otro organismo policial, la DISIP, hoy el SEBIN. Formado en cursos de Inteligencia y Contrainteligencia de todos los niveles en Venezuela y órganos similares de otros países; practica tiro con armas de fuego cortas en las modalidades de IPSC e IDPA. Desempeño cargos de dirección dentro de esa institución y otros organismos en comisión de servicio: Comisario Jefe y ex-Secretario General de la DISIP, ex-Director de Seguridad Pública de Maracay y primer comandante de la policía de Aragua, ex-Asesor de Seguridad de la Cámara del Senado del Congreso Nacional, agente especialista en Operaciones Técnicas de Inteligencia y contra el Narcotráfico y experto en Sistemas de Defensa Personal.
Otoniel obtuvo numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera policial, consecuencia de su excelente desempeño profesional y su dilatada formación académica, estudio Administración de Negocios y Ciencias Políticas en USA y Administración de Justicia en Tokio, Japón. Llega a cúspide policial más alta de su historia al especializarse como Instructor Supervisor de Operaciones antidrogas de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP). Por si fuera poco, habla y escribe inglés, japonés e italiano, una persona altamente educada.
Juan Bautista Guevara, no es menos meritorio que sus primos Rolando y Otoniel, estudió bachillerato en la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Campus Nueva Esparta, allí obtiene su título de Técnico Agroindustrial, mención Zootecnia Marina, luego se graduó de Técnico medio en investigación policial en el IUPOLC, siendo el número uno de su clase, iniciando su carrera policial en la Comisaría de la PTJ en La Vega, cumpliendo posteriormente labores de pesquisa en la División Contra Homicidios, Oficina de Personas Desaparecidas con el cargo de Sub-Inspector, cumpliendo funciones de Jefe encargado de la Oficina y en la División de Inteligencia, como Inspector, fue Jefe de grupo de investigación, comparte de una trayectoria impecable en el Cuerpo Técnico de Policía Judicial (PTJ), obteniendo grandes reconocimientos, entre ellos 2 Cangrejos de Plata y la Orden Francisco de Miranda por la resolución del Caso del carro Bomba en el Centro Ciudad Comercial Tamanaco (CCCT) ocurrido el 18 de agosto de 1993.
Rolando, Otoniel y Juan Guevara son grandes profesionales y extraordinarias personas.