Lapatilla
El castrochavismo ha criminalizado las sociedades que controla. Se han especializado en sacar del camino, a todo aquel que se les oponga: Jueces, Fiscales, Diputados, Líderes políticos opositores. Desde el desprestigio moral hasta el crimen sofisticado.
En Venezuela un Fiscal que conocía todas las trampas del chavismo original, Danilo Anderson, fue asesinado el 18 de noviembre de 2004. Los informes periodísticos han descubierto el baile de mentiras para tapar el atentado; se cometieron nuevos asesinatos (Antonio López Castillo y Juan Carlos Sánchez). Se encarceló a quienes no eran los verdaderos autores del crimen, los hermanos Guevara, quienes fueron ajusticiados indefinidamente, bajo maniobras tuteladas por la gran estructura criminal, conocida como la banda de los enanos. Los mismos asesinos, como dueños de los tribunales y la fiscalía, buscaban culpables para tapar sus fechorías y se premió a los diabólicos: José Vicente Rangel, Isaías Rodríguez, Jesse Chacón y la larga lista de la banda de los enanos encabezados por Maikel Moreno y Raúl Gorrín.
Se imputó sin pruebas a la periodista Patricia Poleo, a Eugenio Añez Núñez, a Nelson Mezherane y Salvador Romaní; para todo ello se montó en este circo criminal un testigo falso, Geovanny Vázquez, trama dirigida por el principal responsable del fusilamiento, Isaías Rodríguez, Fiscal de la época.