20 DE MAYO 2014 - 12:01 AM
Un grupo de madres y familiares de los asesinados, detenidos y torturados por protestar desde el 4 de febrero creó el Frente de Defensa de Madres Venezolanas. La organización exigió ayer al presidente Nicolás Maduro el cese inmediato de la represión gubernamental contra quienes manifiestan pacíficamente, el desarme de los grupos violentos y la liberación de los detenidos.
Rosa Orozco, madre de la estudiante Geraldine Moreno, asesinada en Valencia, dijo que pese al profundo dolor que sienten aún tienen fuerza “para luchar por una Venezuela libre y democrática”.
Orozco señaló que piden que los cancilleres de la Unasur escuchen su versión de los hechos, no solo la del gobierno, y solicitarán al nuncio apostólico, monseñor Aldo Giordano, ayuda espiritual y mediación. Responsabilizó al jefe del Comando Regional número dos de la GNB de encubrir los atropellos militares en el estado Carabobo.
Susana Rojas, madre del detenido Luis Pérez, señaló que los tribunales que llevan las causas de los manifestantes no despachan regularmente, con lo cual se retrasan los procesos penales. Cree que ello obedece a una orden gubernamental. “Responsabilizamos a Maduro y al ministro Rodríguez Torres de lo que les suceda a nuestros hijos”, señaló.
Rebeca de Carrasco, madre de Juan Carrasco, exhortó a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, y a la defensora Gabriela Ramírez a decir la verdad en el caso de su hijo, quien denunció haber sido violado y torturado, y ahora tiene un expediente en su contra.
