Carlos E. Pérez Barrios, MSc.
Luego de 15 años de disparatadas decisiones del Ejecutivo Nacional, convertidas en políticas públicas, en más de veinte y
tantos Planes de Seguridad que han concluido en un mundialmente reconocido
fracaso, hoy nos toca expresar nuestra opinión sobre una ejecutoria que se
conoce vulgarmente como la declaratoria de las llamadas ZONAS DE PAZ.
Las ZONAS DE PAZ fueron creadas en el mes de septiembre del 2013, y las directrices las dictó el Ministerio del Interior, Justicia y Paz, representado en la persona del Viceministro José Vicente Rangel Avalos, tristemente recordado por el rastro de corrupción que dejó en su desastroso ejercicio como Alcalde del Municipio Sucre.
El plan contempla que en esos lugares o espacios geográficos, el control de todo lo manejarían las propias comunidades. Esto suena tan vacío y falto de profundidad, de visión política y de responsabilidad, como realmente lo fue, y hoy lo sigue siendo, ya que su implementación desde el mismo inicio no fue más que otra majadería que oculta intenciones oscuras, con varios fines. El primero, continuar presentando planes o programas que le hagan ver al venezolano que el régimen está ocupándose de la seguridad. Otro, el continuo halago a ideas etéreas que genera el Ejecutivo Nacional anterior y ahora sus herederos, y quizás el más maquiavélico, el permitir que las bandas criminales promovidas, protegidas, financiadas y amparadas por el Régimen, puedas hacer de las suyas con la mayor y más descarada impunidad.
Las ZONAS DE PAZ fueron creadas en el mes de septiembre del 2013, y las directrices las dictó el Ministerio del Interior, Justicia y Paz, representado en la persona del Viceministro José Vicente Rangel Avalos, tristemente recordado por el rastro de corrupción que dejó en su desastroso ejercicio como Alcalde del Municipio Sucre.
El plan contempla que en esos lugares o espacios geográficos, el control de todo lo manejarían las propias comunidades. Esto suena tan vacío y falto de profundidad, de visión política y de responsabilidad, como realmente lo fue, y hoy lo sigue siendo, ya que su implementación desde el mismo inicio no fue más que otra majadería que oculta intenciones oscuras, con varios fines. El primero, continuar presentando planes o programas que le hagan ver al venezolano que el régimen está ocupándose de la seguridad. Otro, el continuo halago a ideas etéreas que genera el Ejecutivo Nacional anterior y ahora sus herederos, y quizás el más maquiavélico, el permitir que las bandas criminales promovidas, protegidas, financiadas y amparadas por el Régimen, puedas hacer de las suyas con la mayor y más descarada impunidad.
Son en realidad micro estados dentro del estado venezolano.
Veamos en que se traduce esta desastrosa realidad.
Se destinó un fondo de Bs 200.000 para que fuesen destinados a otorgar créditos a bandas criminales que supuestamente entregaran sus armas, a fin de que los dedicaran a actividades legales. Lo cierto es que entregaron una minúscula parte del armamento para justificar el crédito o contratos, para supuestamente reparación de calles, escuelas, etc., que convirtieron, en muchos casos, en nuevas armas, muchas de ellas fusiles de asalto, granadas, pistolas automáticas y municiones, granadas y camionetas, material que los convirtió en poderosas organizaciones criminales, ahora mejor armadas y equipadas.
En las ZONAS DE PAZ, ahora el índice delictivo se incrementó de manera aterradora, convirtiendo los Valles del Tuy, Los Valles de Aragua y Barlovento en territorios donde el crimen impera. Los comerciantes deben pagar vacunas o dar contribuciones obligatorias en dinero o mercancía, para no ser atracados. El secuestro es un evento cotidiano, el asesinato es parte de la vida normal. El control del negocio de la venta de drogas es una actividad que manejan estas bandas en territorios definidos entre pandillas. Estas bandas criminales ejercen su poder de manera descarada. Los comerciantes son extorsionados, los robos a locales y viviendas, robos de vehículos y despojos a camiones de gas y víveres son parte del diario vivir. Nadie entra o sale de estos territorios sin que ellos lo permitan, sirven de ejecutores de su justicia, y al que se le ocurra comentar esta aterradora realidad sencillamente lo asesinan públicamente para que sirva de ejemplo. Son DOMINIOS DEL TERROR.
En las ZONAS DE PAZ, la competencia de la seguridad ciudadana se entregó de la manera más irresponsable y cobarde a los hampones, ya que ni las distintas POLICÍAS, municipales o regionales, ni la GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA tienen de hecho, ninguna competencia en esos territorios.
El criminólogo Fermín Mármol García asegura que ¨con el desarrollo de estas políticas se confirma la
atomización de micro estados en el Estado venezolano, clasificados entre la
república de los pranes, los colectivos armados y violentos, la acción de los
paramilitares y las zonas de paz, alcanzando ya, al menos, el 10% de las
parroquias del país. ¨ Se destinó un fondo de Bs 200.000 para que fuesen destinados a otorgar créditos a bandas criminales que supuestamente entregaran sus armas, a fin de que los dedicaran a actividades legales. Lo cierto es que entregaron una minúscula parte del armamento para justificar el crédito o contratos, para supuestamente reparación de calles, escuelas, etc., que convirtieron, en muchos casos, en nuevas armas, muchas de ellas fusiles de asalto, granadas, pistolas automáticas y municiones, granadas y camionetas, material que los convirtió en poderosas organizaciones criminales, ahora mejor armadas y equipadas.
En las ZONAS DE PAZ, ahora el índice delictivo se incrementó de manera aterradora, convirtiendo los Valles del Tuy, Los Valles de Aragua y Barlovento en territorios donde el crimen impera. Los comerciantes deben pagar vacunas o dar contribuciones obligatorias en dinero o mercancía, para no ser atracados. El secuestro es un evento cotidiano, el asesinato es parte de la vida normal. El control del negocio de la venta de drogas es una actividad que manejan estas bandas en territorios definidos entre pandillas. Estas bandas criminales ejercen su poder de manera descarada. Los comerciantes son extorsionados, los robos a locales y viviendas, robos de vehículos y despojos a camiones de gas y víveres son parte del diario vivir. Nadie entra o sale de estos territorios sin que ellos lo permitan, sirven de ejecutores de su justicia, y al que se le ocurra comentar esta aterradora realidad sencillamente lo asesinan públicamente para que sirva de ejemplo. Son DOMINIOS DEL TERROR.
En las ZONAS DE PAZ, la competencia de la seguridad ciudadana se entregó de la manera más irresponsable y cobarde a los hampones, ya que ni las distintas POLICÍAS, municipales o regionales, ni la GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA tienen de hecho, ninguna competencia en esos territorios.
El padre Alejandro Moreno, psicólogo y doctor
en Ciencias Sociales, opina que ¨esto se está poniendo cada vez peor, los
medios y que para controlar a los delincuentes son pura pantalla, porque por
debajo lo que hay es apoyo al crimen. Las zonas de paz son auténticos refugios
de malandros, que sólo han servido para el aumento de la delincuencia. De eso
puede dar fe cada una de las policías de esas zonas y la gente que vive ahí.
Esa es la prueba de la protección del delito por parte del Estado.¨
Mucha razón tenía el Dr. Roberto Briceño León, del Observatorio Venezolano de la Violencia, cuando expresó su preocupación de que se acrecentaría la impunidad criminal con la creación de las zonas de seguridad en el país. Y mientras este desastre nacional ocurre, el gobierno venezolano continúa con su política de negarse a mostrar las estadísticas criminales, las cifras extraoficiales indican que mantenemos un creciente índice de homicidios cada año, secuestros a granel, asesinatos de funcionarios policiales y militares reseñados a diario y un Ministerio del Interior manejado por militares incompetentes, convertidos en este régimen en una suerte de "toderos" que lejos de diseñar Políticas Públicas de Seguridad, han convertido a Venezuela en un TERRITORIO DOMINADO POR EL TERROR.
Mientras se mantenga en el poder el régimen militarista, plagado de incompencia civil y militar actuando sin el mas mínimo compromiso con la seguridad ciudadana, continuaremos viviendo EL REINO DEL TERROR CRIMINAL que, bajo la más comprometida e irresponsable impunidad, mantiene en estado de sitio a la población de toda la república.
Mucha razón tenía el Dr. Roberto Briceño León, del Observatorio Venezolano de la Violencia, cuando expresó su preocupación de que se acrecentaría la impunidad criminal con la creación de las zonas de seguridad en el país. Y mientras este desastre nacional ocurre, el gobierno venezolano continúa con su política de negarse a mostrar las estadísticas criminales, las cifras extraoficiales indican que mantenemos un creciente índice de homicidios cada año, secuestros a granel, asesinatos de funcionarios policiales y militares reseñados a diario y un Ministerio del Interior manejado por militares incompetentes, convertidos en este régimen en una suerte de "toderos" que lejos de diseñar Políticas Públicas de Seguridad, han convertido a Venezuela en un TERRITORIO DOMINADO POR EL TERROR.
Mientras se mantenga en el poder el régimen militarista, plagado de incompencia civil y militar actuando sin el mas mínimo compromiso con la seguridad ciudadana, continuaremos viviendo EL REINO DEL TERROR CRIMINAL que, bajo la más comprometida e irresponsable impunidad, mantiene en estado de sitio a la población de toda la república.