Pero,
la historia oscura del Helicoide esta detrás de las paredes donde los
presos han sido torturados física, psicológica y emocionalmente por
los hombres del llamado socialismo del siglo XXI. La familia de Juan
Carlos Sánchez por ejemplo, todavía espera justicia. Testimonios como el
de Juan Guevara en los tribunales el día de su declaración, dan fe de
que Juan Carlos Sánchez fue terriblemente torturado en el Helicoide, y
que tenía laceraciones en los riñones, pulmones e hígado, las cuencas de
los ojos y las muñecas moradas por las amarras, cuando su familia fue a
buscarlo en la morgue de Barquisimeto. Juan Guevara lo escuchó gritar y
quejarse, mientras él mismo era torturado en los calabozos del
Helidoide. Según las investigaciones llevadas a cabo por periodistas y
familiares, Juan Carlos Sánchez fue torturado por días en este lugar y
al presuntamente fallecer por asfixia, los organismos de seguridad
fingieron un enfrentamiento en Barquisimeto, en un hotel. Algún día se
sabrá la verdad sobre su muerte.
La falta de atención médica oportuna produjeron el cáncer de próstata que hoy sufre Lázaro Forero y las patologías por el cual se le concedió medida humanitaria a Henry Vivas después de tantos años. Imaginen ustedes el dolor de sus familiares, la impotencia que pudieron haber sentido al saber que si no es por la intensa denuncia y la intervención de organizaciones internacionales y la opinión pública, la falta de atención médica a estos presos políticos pudo haberlos llevado a la tumba. La última denuncia formalizada sobre torturas físicas en el Helicoide, fue la que hizo Gerardo Carrero a través de su familia el 25 de agosto del año pasado, responsabilizando al Director de Investigaciones estratégicas, Carlos Calderón. Antes de Carrero, el joven Raúl Ayala, detenido el 12 de Febrero del 2014, denunció en tribunales, como fue sometido a más de 30 descargas eléctricas en todo su cuerpo, incluyendo su cabeza, a la que también envolvieron en una bolsa plástica mientras lo golpeaban. De los hermanos Guevara y Juan Carlos Sanchez en el 2004 a éstos jóvenes sometidos a las mismas torturas el año pasado, han transcurrido once años. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Y seguirán siendo los mismos funcionarios, a la orden del mismo jefe? ¿Dónde están los investigados y detenidos Sra. Fiscal?
La falta de atención médica oportuna produjeron el cáncer de próstata que hoy sufre Lázaro Forero y las patologías por el cual se le concedió medida humanitaria a Henry Vivas después de tantos años. Imaginen ustedes el dolor de sus familiares, la impotencia que pudieron haber sentido al saber que si no es por la intensa denuncia y la intervención de organizaciones internacionales y la opinión pública, la falta de atención médica a estos presos políticos pudo haberlos llevado a la tumba. La última denuncia formalizada sobre torturas físicas en el Helicoide, fue la que hizo Gerardo Carrero a través de su familia el 25 de agosto del año pasado, responsabilizando al Director de Investigaciones estratégicas, Carlos Calderón. Antes de Carrero, el joven Raúl Ayala, detenido el 12 de Febrero del 2014, denunció en tribunales, como fue sometido a más de 30 descargas eléctricas en todo su cuerpo, incluyendo su cabeza, a la que también envolvieron en una bolsa plástica mientras lo golpeaban. De los hermanos Guevara y Juan Carlos Sanchez en el 2004 a éstos jóvenes sometidos a las mismas torturas el año pasado, han transcurrido once años. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Y seguirán siendo los mismos funcionarios, a la orden del mismo jefe? ¿Dónde están los investigados y detenidos Sra. Fiscal?