El coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, denunció que la carencia de alimentos en los recintos penitenciarios ha obligado a los reclusos a comer hasta gatos.
Nieto Palma aseveró que ha recibido fotos y videos de presos del Centro Penitenciario Metropolitano Yare 3 cocinando gatos para poder alimentarse.
Por otra parte, familiares de la Comunidad Penitenciaria Fénix en el estado Lara, manifestaron que las autoridades del recinto les indicaron que el Estado no podía seguir aportando los alimentos, por lo que ellos no debían encargarse.
Carlos Nieto Palma le recordó al Ministerio para el Servicio Penitenciario y a la Defensoría del Pueblo que los privados de libertad están bajo tutela del estado venezolano y, por lo tanto, son los responsables de garantizar sus derechos humanos dentro de la prisión.
Otras deneuncias con mucha similitud se han realizado desde los Internados Judiciales Rodeo I, II, III, Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) y otros recintos penitenciarios, donde, a demás de la falta de comida, los presos afirman ser maltratados con bates, cadenas, paños mojados y otros.
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