Publicado en el Semanario La Razón/ 03/01/2016
Ya circulan en nuestro país
varios proyectos de ley de Amnistía, (Fundepro, Foro Penal, Voluntad Popular, entre otros)
que de darse favorecería a más de diez mil ciudadanos venezolanos.
Que se busca con una Ley de
amnistía?
A través de nuestra historia hemos visto que las necesidades sociales son las que
justifican la acción legislativa de quienes detentan el poder público. La legislación es el instrumento mediante el cual se definen los procedimientos
para intentar resolver las controversias entre los ciudadanos, así como
determinar la organización de las instituciones que conforman el sistema de
administración de justicia y, es a través de ese instrumento que se aspira lograr la Reconciliación
nacional. En una verdadera democracia no pueden ni deben existir presos,
perseguidos y exiliados políticos, y de allí la necesidad del estudio e
implementación de una Ley de Amnistía. Así como tampoco en una democracia debe ser utilizada la inhabilitación para el manejo de eliminar el contrincante político, que le moleste al gobierno de turno.
El decreto de una amnistía, en tanto que se trata de una ley en sentido formal, artículo 202 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es una atribución exclusiva y excluyente del Poder Legislativo, tal y como lo disponen taxativamente los numerales 1° y 5° del Articulo 187 de la CRBV.
Las amnistías contemporáneas se
rigen actualmente por un conjunto sustancial de normas de derecho internacional
que delimitan el ámbito de lo permisible. Pero en los casos descritos de los
diferentes proyectos, ni la comunidad nacional, ni la
internacional verían con malos ojos el hecho de que los llamados beneficiados, presos politicos, se
les otorgue una amnistía, ya que es sabido que son inocentes de los
crímenes que se les imputa y por los cuales varios fueron condenados.
Incluso desde las Naciones
Unidas se ha reconocido que, cuando se actúa en forma apropiada, la justicia
puede ayudar a lograr una paz justa y sostenible, y ciertamente algo que
resultara apropiado es otorgar amnistía a tantos y tantos inocentes que han
tenido que ver sus familias desechas a los largo de los últimos 16 años, ya que
lamentablemente nuestro Sistema de Justicia como funciona en la actualidad, es
el mayor generador de esa “sensación” de impunidad que la sociedad padece y
siente, arrastrada del pasado y que se ha acentuado en el presente, donde el
culpable no es sancionado y el inocente no es absuelto.
Todos estos proyectos de Ley de
Amnistía tienen como propósito contribuir a generar un debate jurídico y
político serio, a sabiendas de que no existe una verdad absoluta sobre los
mismos, pero convencidos de que la construcción de una sociedad más justa y
democrática, requiere de la discusión a fondo de las temáticas más
delicadas.
Es así como terminamos el 2015 con la esperanza que nos permite pensar en justicia a traves de una reconciliacion nacional originada con una Ley de Amnistía. Entrando al 2016 con la perspectiva y el anhelo de que Venezuela no tenga presos politicos ni inhabilitados politicos por el bien de la patria.
Son los mejores deseos para el 2016. Feliz año sin presos, sin exiliados ni inhabilitados. Por un 2016 con verdadera pluralidad política
Jackeline Sandoval
de Guevara
La autora es presidenta de Fundepro, miembro de la Alianza para la Libertad de los Presos Políticos