25 ene 2016

Recluyen a integrantes de bandas en cárceles para presos políticos

"La reclusión de estos delincuentes en un recinto tradicionalmente destinado a presos políticos añade una nueva preocupación a sus abogados y familiares".

(Caracas, Venezuela. Redacción Sumarium) – El 19 de enero, el Ministerio Público informó que ocho integrantes de una banda de secuestradores que opera desde la Cota 905 fueron enviados a los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), luego de ser presentados en un juzgado de control, reseño Javier Mayorca en un artículo para El Nacional.
De acuerdo con la publicación, la semana anterior el ente también notificó la reclusión de ocho civiles integrantes de la banda liderada por José Tovar Colina, alias “El Picure”, en el Centro Nacional para Procesados Militares de Ramo Verde, en Los Teques.
“La reclusión de estos delincuentes en un recinto tradicionalmente destinado a presos políticos añade una nueva preocupación a sus abogados y familiares”, sesga Mayorca.
El director de la organización Una Ventana para la Libertad, Carlos Nieto Palma, indicó que los traslados de grupos de delincuentes comunes a cárceles para presos políticos revela un cambio de estrategia del Ejecutivo hacia estos antisociales.
“Ellos no deberían estar allí, sino en una cárcel común, pero temen (las autoridades) escapes. Saben además que en cualquier otro lugarasumirían el gobierno de las cárceles”, argumenta.
Plantea que en el Sebin y en Ramo Verde es más complicado que asuman un liderazgo, pues -dice- en otras cárceles como Tocorón o la PGV sería más sencillo para las bandas continuar con sus crímenes.
“En el Sebin se está viendo cierto hacinamiento con los presos comunes”.
Las consecuencias de la sobrepoblación comienzan a sentirse en ambas instalaciones, según la abogada y directora de la Fundación para el Debido Proceso (Fundepro), Jackeline Sandoval. “En el Sebin se está viendo cierto hacinamiento con los presos comunes”, afirmó.
Recordó que anteriormente las celdas eran para uno o dos detenidos. Ahora, en esos mismos espacios pueden verse hasta 12 personas.
“También cambió la forma como entramos. Ahora se comportan como si fuese una cárcel común. Nunca se entra a la hora”, indicó.
Además de los retardos para acceder a la instalación, se han detectado casos en los que las personas son recluidas allí, aunque sus nombres no figuran en la nómina de población interna. En consecuencia, no pueden recibir visitas.
En el internado militar de Los Teques ya comenzaron a tomar medidas para prevenir problemas con los nuevos residentes. Según Medina Roa, una de las primeras decisiones fue impedir el paso entre las secciones destinadas a oficiales superiores, subalternos, tropas y civiles.
Las cárceles para presos políticos fueron usadas para albergar a detenidos por delitos comunes. El psicólogo Luis Alberto Morales purga en Ramo Verde la sentencia de treinta años de prisión por los homicidios de su mujer y sus hijos en una vivienda de Macaracuay. A esa cárcel también han enviado a individuos detenidos por secuestro.