El Nacional
Caracas, 13 abril 2014.- Huáscar Vladimir Rivas Torrealba no escuchó a las voces que alertaron sobre la incursión de los guardias nacionales. El 30 de marzo, en la tarde, fue arrestado y golpeado en la cabeza por protestar en Altamira. “Era la primera manifestación en que participaba. Estuvo antes en los Nuevos Teques para pedir justicia por el asesinato de Adriana Urquiola, intérprete de señas de Venevisión, y luego se fue con otro grupo a Altamira. Lo acusaron de supuestamente decirles insultos a los militares, entre otros cargos. Pero eso es imposible porque él es sordomudo”, relató Huáscar Rivas, padre del joven.
La detención duró 2 días en el Comando Regional 51 Móvil de El Paraíso. Junto con otros manifestantes –adolescentes algunos–, Rivas, de 21 años de edad, estudiante de Artes de la Universidad Central de Venezuela, comió en el suelo, observó programación referente al presidente fallecido Hugo Chávez y fue sometido a una audiencia sin intérprete de señas. “Lo primero que debe garantizarse a una persona privada de libertad son sus derechos. En el caso de alguien sordomudo se debe asignar un intérprete de lenguaje de gestos. El hecho de que no pueda escuchar o comunicarse no lo exime en términos jurídicos de ser imputable, pues puede distinguir entre el bien y el mal. Eso solo es una excepción cuando estamos ante alguien con discapacidades mentales”, indicó Adriana Betancourt, abogada especializada en derechos de personas con discapacidad.
Sin reconocimiento. El arresto de Ángel Cardozo, de 20 años de edad, es motivo de atención. El 17 de marzo fue detenido en San Cristóbal, estado Táchira, por encontrarse en medio de una manifestación. Ondeaba el pabellón nacional, repetía consignas y no corrió al llegar los militares. “Quizá su instinto de supervivencia, que no es muy desarrollado, le impidió actuar con rapidez”, aseguró Raquel Sánchez, abogada del Foro Penal Venezolano encargada del caso.
Huérfano, estudiante de 3º grado de primaria y con dificultades mentales, estuvo tres días detenido en el cuartel del Ejército Simón Bolívar. “Al principio no sabíamos sobre su paradero. Preguntamos en el cuartel a los militares, pero negaron que estuviese allí. Luego, gracias a la liberación de otro manifestante, que estuvo detenido con él, supimos que estaba en ese sitio”, señaló.
La discapacidad de Cardozo no ha sido determinada, pese a que su abogada y allegados aseguran que solo hace falta estar con él para saber que tiene una condición especial. “En este momento se le practican exámenes para conocer qué tiene, aunque eso tarda un poco. Sin embargo, eso no es justificación para que la GNB obviara su situación, pues es apreciable a simple vista. Yo recuerdo que Ángel estaba muy nervioso la primera vez que los militares dejaron que lo viera. Dentro del cuartel fue obligado a arrodillarse ante la fotografía gigante de Chávez. Los militares le decían que besara la imagen del comandante”, agregó.
Otro arresto de un joven con discapacidad mental ocurrió en Caracas el pasado 14 de marzo en Altamira. Carlos Requena, quien tiene retraso, fue detenido en una manifestación. Aunque una imagen en que se veía a un guardia nacional cogiéndole el cuello circuló en Internet como prueba de una supuesta agresión, el fotógrafo que hizo la toma aclaró por Twitter que solamente era auxiliado.
Conteo en proceso
El número de personas con discapacidades detenidas en las protestas desde el 12 de febrero no está totalizado. En el Foro Penal Venezolano aseguran que están en proceso de discriminación del registro, en Fundeci solo conocen sobre algunos casos y en el Ministerio Público no han divulgado cifras oficiales con relación a estas detenciones.
En Táchira se reportan tres casos, en Caracas tres más y en Carabobo dos, aunque no se cuenta todavía con datos en el resto de las regiones. “Aún levantamos una data, pero requiere de tiempo y coordinación con el resto de los abogados de la organización en distintos estados”, dijo Mariela Suárez, miembro del Foro Penal.
El abogado Luis Aguilar se ha encargado a través de su cuenta de Twitter (@Nash_Axelrod) y su página web (www.nashaxelrod.org) de proporcionar recomendaciones, materiales y contactos, para ayudar y seguir casos de violaciones de derechos de personas con discapacidad. “He puesto mucha atención en el caso de Ángel Cardozo. Tengo un hijo con una condición especial y eso, en parte, me ha motivado a ayudar a otras personas así”, indicó.
Tomado de Notitarde
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