11 mar 2016

Funpaz acompaña al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) para denunciar violación de derechos humanos a reclusa en Centro Penitenciario Fénix


La Asociación Civil Fuerza, Unión, Justicia, Solidaridad y Paz (Funpaz) acompañó este miércoles 09 de marzo de 2016 a representantes del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) a la Defensoría del Pueblo del estado Lara para denunciar que la ciudadana Érika Moncada Higuita (29 años)  recluida en el Centro Penitenciario Fénix fue presuntamente violada por funcionarios de cuerpos de seguridad del Estado y pudiera estar embarazada.

Raiza Ramírez Pino, representante de (OVP) junto a Andrés Colmenárez, vicepresidente de (Funpaz) reportaron que Moncada Higuita no ha podido ser trasladada a un centro de atención hospitalaria porque en el centro penitenciario no disponen de una ambulancia. Solamente tienen una enfermera que no ha podido hacer mucho para comprobar el estado de salud de la ciudadana.

A Moncada Higuita se le vincula por ser  la pareja sentimental del presunto paramilitar Carlos Andrés Arango, quien ha sido responsabilizado de herir con arma de fuego a tres funcionarios del módulo de seguridad de la Guardia Nacional Bolivariana en San Antonio y Ureña, poblados fronterizos del estado Táchira. Tal hecho fue el que motivó al Estado a cerrar el paso de la frontera en el 2015.

La causa de la joven que fue imputada por ataque a centinela, se lleva por el tribunal militar de San Cristóbal, sin embargo, fue trasladada sin una orden judicial para el centro penitenciario Fénix en el estado Lara.

Ramírez Pino señala que la joven permaneció 45 días en una celda de castigo y no contó con una ventanilla para ver la luz de sol, tampoco tuvo un sitio adecuado para hacer sus necesidades fisiológicas. “Se le ha prohibido el acceso a sus familiares más cercanos, todos fueron deportados a Colombia”.

La representante de OVP señala que tuvo acceso a conversar con Moncada Higuita por espacio de cuatro horas, y en todo momento estuvo presente el director del centro penitenciario, lo cual representa una violación por no permitirle hablar libremente. Raiza Ramírez evidenció que la joven presenta ataques de pánico, depresión y le aseguró que fue violada.

 “Nos contó que le colocaban bolsas en la cara para forzar el desmayo y en ese momento es que aprovechaban para violarla. Al despertar sus partes íntimas estaban llenas de flujo masculino”, aseguró la abogada Ramírez Pino. Además se dio a conocer que a Érika  tiene bultitos en los senos, los cuales se originaron por los constantes golpes que le propinaron en sus prótesis mamarias.


Prensa Funpaz.