Abogado
Activista
Causa de la detención
“La causa de mi detención fue
meramente política, por movilizar y a agitar a la población de Aragua mediante
la protesta no violenta. Tanto así que fui detenido por estar sentado en una
acera con una cruz de madera que decía ‘Libertad, Democracia, No más balas’, el 21 de marzo de
2014, en Maracay estado Aragua.”
¿Cuáles fueron sus actividades
dentro del centro penitenciario?
“Estuve en seis centros
penitenciarios con seis realidades distintas, pero la mayoría del tiempo estuve
en ‘aislamiento celular’, por lo tanto, no fueron muchas las actividades
desempeñadas, más allá de leer.”
¿Qué le ayudaba a sobrevivir en
prisión?
“La esperanza en Dios y la
convicción de estar haciendo lo correcto.”
¿Qué persona marcó su tiempo de
detención y por qué?
“Mi hermano y amigo Alexander
Tirado, con quien pasé la mayor parte de mi cautiverio y con el que aprendí
muchas experiencias de vida.”
¿Cuál momento, durante su
estancia en la prisión, no olvidará?
“Los tres meses de aislamiento
solitario en Fénix Lara, sin agua ni ningún tipo de luz, así como ver cómo
acribillaban a personas y las quemaban vivas en la reyerta que hubo en ese
sitio.”
¿Cuál fue su aprendizaje de vida?
“Que todo tiene su lugar y su
hora en esta vida.”
¿Qué promesa se hizo que
cumpliría una vez que recuperase su libertad?
“Seguir luchando por la libertad
de Venezuela.”
¿Qué mensaje daría al mundo?
“Que la dignidad no se negocia, y
que en Venezuela todavía quedamos venezolanos dispuestos a luchar.”
Algo que quiera agregar...
“Voy a dejar este pensamiento de
Pedro Bonifacio que me llenó de fuerzas durante mi cárcel política. Líneas que
durante mi prisión me dieron tanta fuerza...
Almafuerte
No te sientas vencido, ni aun
vencido
No te sientas esclavo ni aun
esclavo
Trémulo de pavor, piénsate bravo
Y arremete feroz, ya malherido.
Ten el tesón del clavo
enmohecido.
Que ya viejo y ruin vuelve a ser
clavo,
No la cobarde intrepidez del
pavo,
Que amaina su plumaje al primer
ruido.
Procede como Dios, que nunca
llora
O como Lucifer, que nunca reza
O como el robledal, cuya grandeza
Necesita del agua y no la implora
Que muerda y vocifere, vengadora
Ya en el polvo, rodando, tu
cabeza.