23 nov 2020

Los Guevara: Los presos de Chávez y de la indiferencia


 

En diciembre del 2005 fueron condenados Los Hermanos Guevara. Pocos entienden que este caso se convertiría la génesis de la depravación del poder judicial en Venezuela. El Caso Guevara, es uno de los primeros de la “justicia”  chavista que tiene denuncias de tortura física y  fue el ensayo perfecto para sepultar el debido proceso, la presunción de inocencia y el sagrado derecho a la legítima defensa. 

 

Finalmente, luego del Circo romano que significó el juicio, fueron condenados a 27 y 30 años de prisión con pruebas forjadas, testigos estrellas y varias versiones que trataron de incriminar a distintos actores, que de una forma u otra formaban parte del difícil momento político que atravesaba el país en aquellos días. 

 

El general Eugenio Añez y Salvador Romaní, Nelson Mezerhane y la periodista Patricia Poleo, todos decidieron enfrentar la “justicia”  menos Poleo, quien se fue al exilio; supongo que por ser una de las periodistas que se dedicó a investigar el caso a fondo, sabía de lo que era capaz, el artífice del principio del fin de la Vindicta pública Venezolana, el para entonces fiscal general,  Julián Isaías Rodríguez.

 



En Mayo de 2014, fui encarcelado en El Helicoide, luego de las protestas que movilizaron a un país entero. En un breve momento de lucidez política, se hablaba claro y de frente a los venezolanos y al mundo. Venezuela entró en una etapa de radicalización de la dictadura  en manos Nicolás Maduro y muchos jóvenes y dirigentes políticos terminaron tras las rejas. Luego de 5 días secuestrado, pude conocer a Los Hermanos Guevara, en las celdas del área de control de aprehendidos. 

 

El primero en abordarme fue Otoniel Guevara. Yo estaba muy nervioso, pero este encuentro fue revelador. Tenía frente a mí, a la prueba viviente, de una dictadura que lejos de hacer política, torturaba y asesinaba venezolanos, con el poder judicial como instrumento de persecución. Luego conocí a Rolando y Juan y desde ese día, se hacía habitual entablar largas conversaciones donde ellos narraban estoicamente, los pormenores de su caso. 

Durante dos años y medio pude revisar el expediente, escuché de primera mano cómo se manipuló el juicio, como fueron condenados sin más pruebas que la un testigo comprado y como fueron torturados brutalmente sin piedad.

 

Para el momento que escribo este blog, mis amigos, Los Hermanos Guevara, cumplen 16 años como  prisioneros de una dictadura que los enterró vivos en el Helicoide, sin esperanzas de recuperar su libertad. Hoy Otoniel, Juan y Rolando, siguen siendo víctimas de tratos crueles y vejatorios, de humillaciones y acoso, encerrados en 3 celdas de 2x3. 

 

Los Guevara, son la prueba más cruda de que el diálogo con asesinos, solo genera más muertos y detenidos, que la vida de los presos políticos no es una lucha electoral, que los derechos humanos no se negocian, solo se defienden hasta sus últimas consecuencias. Pero el legado más importante de su injusta prisión, es confrontar moralmente a los que se dan por enterados con el reciente informe de la ONU, que en Venezuela, tortura y encarcelan injustamente. No queda duda que Los Guevara son prisioneros de Chávez y Maduro, pero también son presos de la apatía de la clase política, que hace mucho tiempo marcó distancia con la realidad de los venezolanos. 

 

 

 

 

Rosmit Mantilla

El Indisciplinado