La Patilla.- El Departamento de Procesados Militares de Oriente, ubicado en La
Pica, Maturin, estado Monagas, es otro ejemplo del cinismo y abuso por
parte de militares que se dicen llamar revolucionarios, así lo
manifiestan familiares de los oficiales, sargentos y soldados que se
encuentran allí privados de libertad.
Nota de prensa
Resulta y acontece que el nuevo Director del Deprocemil Oriente,
Coronel de la Aviación Ramón Pacheco Molina, quien recibió el cargo el
21 de Julio de 2016, inicio su gestión ordenando medidas drásticas que
no venían aplicando sus antecesores, como ordenar revistas denigrantes y
humillantes a los familiares que visitan a los oficiales y tropas, por
ejemplo indicarle a las damas que se quiten su ropa y prendas intimas y
luego se agachen desnudas varias veces.
El pasado 3 de agosto, ordenó una requisa a las celdas y habitaciones
de los profesionales y tropas privados de libertad y decomiso una serie
de artículos, cuyo costo es muy elevado en la actualidad, que incluye
equipos electrónicos, objetos, utensilios de cocina, todos los alimentos
contenidos en recipientes de vidrio, como mermeladas, salsa de tomate,
ajo, soya, inglesa, mayonesa, aceite, mostaza, condimentos, etc.
Muchos alimentos, los permitió pasar, su propia gestión y luego los
decomisa. Además de las herramientas de trabajo que usan para hacer las
reparaciones de las deterioradas instalaciones.
Por todo lo antes expuesto se hace esta denuncia pública y se
solicita a las autoridades militares competentes que se autorice la
devolución de todo el material que le expropiaron a los oficiales y
tropas que se encuentran recluidos en el Deprocemil Oriente.
Finalmente una reflexión, en este Departamento de Procesados
Militares no existen pranes, ni bandas armadas, ni tráfico de drogas, ni
tráfico de armas, la mayoría de los profesionales y tropas allí
recluidos son personas respetables que quizás no tuvieron la suerte de
tener un buen comandante que los orientara o se preocupara por los
problemas de sus subalternos, y muchos de los delitos imputados a esos
oficiales y soldados no hubiese pasado de una mera falta.
Es indignante saber que a escasamente unos ochenta metros esta la
cárcel civil y dentro de ella las bandas armadas que sí poseen pistolas,
fusiles y ametralladoras, tráfico de drogas, impuesto a la vida,
prostitución y todo tipo de actividad ilícita y no hay ningún problema.
El mundo al revés.