Fanny Mora/El Universal
Caracas.- Los colores vivos y alegres de las guacamayas que surcan los cielos de Caracas mientras anuncian con sus alaridos su paso entre los edificios de la urbe, grises y desgastados, llegan para alegrar el día, su presencia se convierte en un espectáculo, uno que Juan Miguel De Sousa disfruta desde una ventana del piso seis del Hospital Militar Doctor Carlos Arvelo. Tras dos años recluido en La Tumba, sin luz natural y aire fresco, el show de las guacamayas es algo extraordinario.
¿Quién es Juan Miguel De Sousa? ¿Por qué pasó dos años en las celdas subterráneas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Plaza Venezuela y ahora pasa sus días hospitalizado, padeciendo de cáncer de próstata, sin juicio y sin recibir el tratamiento adecuado por la escasez de medicamentos en el país?
De Sousa es un hombre de 53 años, ingeniero en ciencias de la computación de la Universidad Simón Bolivar (USB), quien fue detenido en su residencia el día de su cumpleaños en presencia de su familia el 21 de enero de 2015 por efectivos del Sebin, quienes allanaron su vivienda e incautaron equipos electrónicos, sin orden de un tribunal ni presencia de un fiscal del Ministerio Público. Lo acusaron ante un tribunal de asociación para delinquir y terrorismo, debido a estar relacionado supuestamente con un plan para desestabilizar el país usando las colas para adquirir alimentos como foco para crear violencia.
Enterrado vivo, la experiencia en La Tumba