Hoy celebramos los 68
años de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, y nos
preguntamos realmente hay motivos de celebración? Cualquiera diría es la fecha
aniversaria y por eso debemos conmemorarlo, o actuar como los que creen que el
vaso está medio lleno o medio vacío, dependiendo con la óptica que la veamos,
lamentablemente para los que exigimos el respeto de Derechos Humanos estoy segura que vemos el
vaso medio vacío, pero con esperanza, porque sino no lucharíamos por el
cumplimientos del respeto y exigencia de los mismos, para ver ese vaso lleno, muy lleno.
Lamentablemente en Venezuela en los
últimos 17 años, nuestra realidad
es un divorcio absoluto entre el
gobierno y las demandas legítimas de un gran sector de la población venezolana,
situación esta que va en detrimento de
la justicia y el equilibrio democrático, trayendo como resultado que la
satisfacción de las expectativas de la población resulta impráctica y no
garantizada, lo que nos lleva inexorablemente hacia un proceso de
deslegitimación del gobierno actual provocando inevitablemente crisis de
gobernabilidad y abriendo espacios a formas autoritarias en el ejercicio del
poder político, pero a la luz de muchos mantenemos un orden aparentemente
estable.
Lastimosamente hemos visto que nos estamos
alejando cada día de la vida democrática, sistema político este esencial para
lograr la vigencia de los derechos humanos que aquí reclamamos y que vemos en
las resoluciones y decisiones de los organismos competentes de la comunidad
internacional, y los cuales aquí resaltamos como menospreciados y subestimados
por el poder público, y ante la pérdida
que estamos presenciando de un efectivo y eficaz cumplimiento de los derechos
conquistados.
Por otro lado, vemos como se ha ido
incrementando la lista de los prisioneros políticos venezolanos, por la
intolerancia del gobierno ante todos aquellos que no profesen su ideología
política, siendo que en la actualidad existen 117, además de las mas de 8000
detenciones solo por ser disidentes, en donde observamos como características
graves, entre otras: la tortura, la violación al debido proceso, violación a
las garantías y principios
constitucionales , ausencia de autonomía del poder judicial e
incondicionalidad del Ministerio Público al Ejecutivo venezolano.
Juzgue usted si tenemos
algo que celebrar.
Jackeline Sandoval de Guevara
Directora Ejecutiva
Fundación para el Debido Proceso